¿ES MI MASCOTA GERIÁTRICA?: CUIDADOS Y FALSOS MITOS

En muchas ocasiones los propietarios de mascotas nos preguntan cuándo han de considerar que su mascota es geriátrica o senior. En este artículo os queremos resolver algunas dudas sobre las mascotas geriátricas, los cuidados que requieren y los falsos mitos que entorno a ellas existen. La vejez en las mascotas, al igual que en los humanos, es un proceso natural que lleva aparejado una serie de cambios a los que los dueños habrán de prepararse y acostumbrarse.

Debido a los avances en veterinaria y a los mejores cuidados que las mascotas reciben, acuden a nuestra consulta mascotas cada vez más longevas.
En general los gatos tienen una esperanza de vida mayor que los perros. Se suele considerar que un gato es senior a partir de los 8 o 9 años de edad.
Los perros de raza pequeña viven más años que los de raza grande, estimándose que a partir de los 7 años de edad un perro es geriátrico.
Existen signos a los que debemos estar atentos y que nos indicarán el comienzo de este proceso, o bien la existencia de alguna enfermedad.
Estos signos son:

• Paseos más cortos, dificultad al subir escaleras o al levantarse. En los gatos se suele mostrar teniendo más dificultad en trepar a zonas a las que antes accedían con más facilidad, o también prolongando sus siestas.
• Pueden mostrarse un pocos más lentos a la hora de responder a nuestra llamada por una pérdida de audición.
• Aparecen canas, sobre todo por la cara.
• Se reduce la visión y la mirada adquiere un tono grisáceo por la pérdida de transparencia del cristalino.

A parte de estos signos, relativamente normales en mascotas senior, os recomendamos que llevéis a vuestra mascota al veterinario cuando aparezcan alteraciones del apetito, cambios en su comportamiento, dolor o cojera al caminar y problemas dentales tales como mal aliento, sarro o sangrado de encías.
A estas edades se tiende a justificar algunos signos de enfermedades como "cosas de la vejez", pero no es así. Ninguna mascota ha de sufrir por el mero hecho de ser mayor, por lo que es altamente recomendable realizar revisiones periódicas a nuestras mascotas a partir de los 7 años de edad en perros y de los 8 años en gatos. De este modo, esteremos en disposición de tratar de forma precoz posibles patologías que detectemos,  mejorando la calidad de vida de nuestra mascota y ralentizando el proceso de envejecimiento.
Existe otro falso mito que excluye a mascotas geriátricas de la posibilidad de una intervención quirúrgica simplemente por su edad. En tal caso, realizada la correcta evaluación de la mascota, y siendo esta positiva, podrá someterse a dicha intervención.
Se piensa también que una mascota geriátrica puede cortar su ciclo de vacunación y desparasitación, pero en esta edad y de cachorro son los dos momentos vitales cuando sus defensas están a niveles más bajos, por lo que es altamente recomendable estar al día tanto en vacunas como en desparasitación.

Continuar con la actividad física de la mascota, de forma adecuada a su edad, con el fin de mantener el buen tono muscular y movilidad articular, así como los cuidados nutricionales y de higiene, serán elementos básicos para dar a nuestra mascota una fantástica tercera edad.


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